En los últimos siete años el ingreso de extranjeros a nuestro país ha incrementado considerablemente, siendo estos partes importantes de la población actual.  En atención a esto es que en agosto de 2018, el gobierno puso en marcha la nueva visa de oportunidades laborales, cuya principal finalidad era ordenar y caracterizar a la fuerza de trabajo extranjera.

En primera instancia y dando inicio a este programa piloto, se proporcionaron 3 mil cupos para extranjeros. Este visado se entregaría mediante un sistema de puntaje, el cual pretende establecer criterios definidos de formación educacional, edad, idioma, ocupación y territorio.

La solicitud para optar al visado de oportunidades debía ser presentada ante la autoridad consular Chilena en el exterior correspondiente al país de origen o residencia del interesado. Esta visa tiene un carácter consular. Lo que po consiguiente significa que tiene un carácter más restrictivo.

Finalizado el período de postulación y sistema de puntaje precedentemente relatado, en base a los cálculos del puntaje de todos los solicitantes, se asignaron los cupos.  Todos los extranjeros que no obtuvieron visado en este proceso, automáticamente serían considerados para procesos futuros, siempre que exista intención por parte de los postulantes de seguir en el proceso.

Cuando el Gobierno anunció este visado se manifestó que reemplazaría a la visa por motivos laborales, en atención a que según el ejecutivo actual este tipo de permiso, creado en el gobierno de Michelle Bachelet, era muy permisivo y habría sido la principal causa de la masiva llegada de inmigrantes.  En atención a esto llama profundamente la atención que el Presidente de la Republica decidiera poner en causa este visado para analizar su continuidad, y de paso reformular todas las visas relacionadas con permisos laborales.

Rodrigo Sandoval, exdirector del departamento de Extranjería y Migración reconoció que aun cuando es una buena señal política que “exista el ánimo de replantearse una iniciativa cuando esta no nos da los resultados esperados”, dijo que “el voluntarismo de pensar que la única variable de la política migratoria es definir a cuantos ya quienes dejamos entrar, demuestra una falta de sentido de la realidad que nos aleja de respuestas eficaces y pertinente”.

En relación a esto, cree que para atraer a un prototipo de migrantes que impacte y genere aportes de carácter positivo a la economía es indispensable “La generación de estrategias de atracción de extranjeros por la vía de formatos especiales de visado y otros instrumentos migratorios; otras como la certificación de competencias, la movilidad interna y la formación  de capital humano nacional”.

También señalo que “se debe contar con una instancia intersectorial que defina con sentido estratégico la adecuada ponderación entre las necesidades del país de determinados contingentes y perfiles que el país necesita”.

Por otra parte, el experto Pablo Valenzuela, investigador de espacio público, estudio la propuesta del ejecutivo y la califico de “improvisado” el visado de 2018, en atención que a su criterio, “hacia más dificultosa su solicitud, establecía preferencias alejadas de los mercados laborales, puntajes basados en ideas preconcebidas y no una construcción participativa de los actores involucrados”. Detallo que lo indispensable es “hacer un sistema, un instrumento simple y que pueda realizar a nivel de consulado en el país de origen, pero también en el país, es clave”.  A su vez manifestó que un factor determinante es que “Chile asuma su realizas migratoria y permita cambiar de estatuto migratoria transitorio o temporario, o sea de turista a laboral, porque esa es nuestra realidad migratoria”.

Cabe tener presente que el plan del Presidente de la Republica Sebastian Piñera es instaurar la nueva visa una vez que esté aprobado el proyecto de ley de migraciones, el cual se encuentra en su segundo trámite legislativo en el Senado. Esto se debe a que la nueva normativa entregara criterios de carácter generales, que establecerán pisos mínimos de distintos tipos de visas, teniendo contemplados entre ellos el laboral.

En el presente la principal visa laboral que se encuentra vigente es aquella que se sujeta a contrato, por consiguiente para solicitarla es indispensable y necesario acreditar la existencia de un contrato de trabajo en el lugar de origen ante el consulado de Chile.